Información de la Ruta del Cares
La Ruta del Cares también es conocida como «Senda del Cares» o «Garganta Divina».
El recorrido de la Ruta del Cares se puede realizar comenzando en Cabrales (Asturias) ó en Caín (León).
En el caso de comenzar la Ruta del Cares desde Asturias, lo ideal es alojarse en Arenas de Cabrales. Un pueblo muy bonito y tranquilo del norte de España en el que se produce el famoso Queso de Cabrales, además de ser el núcleo poblacional más grande y cercano del comienzo de la Ruta del Cares. Se llega en coche o autobús, a través de carreteras en buen estado.
En el caso de comenzar en León (Caín), hay que llegar hasta allí en coche, por una carretera con muchas curvas. Sobre todo en el tramo final (los últimos kilómetros cerca de Caín), y para aquellas personas que no están acostumbrados a carreteras de montaña, es habitual que surjan ciertos problemas y temores al circular, al ser una carretera excesivamente estrecha, con curvas y con algunos precipicios. La localidad de Caín es bastante pequeña, con un paisaje espectacular alrededor, que sólo tiene pequeños hostales y restaurantes. La localidad está bastante aislada de otros lugares.
Una de las ventajas de comenzar la Ruta del Cares desde Asturias, es que, en Arenas de Cabrales hay muchos otros atractivos turísticos cercanos, como son: el Funicular de Bulnes, el Museo del Queso de Cabrales, el mítico Naranjo de Bulnes o Picu Urriellu. De igual manera, y también bastante cercanos a Arenas de Cabrales, se encuentran entre otros atractivos turísticos de la zona, lugares como Covadonga, Cangas de Onís, la Cueva El Soplao y las playas del Cantábrico. Además de todo esto, en Arenas de Cabrales hay más variedad de establecimientos hoteleros y restaurantes, así como tiendas, cafeterías, bares, pubs, farmacias, bancos, etc.
En nuestro caso en particular, recomendamos realizar el recorrido comenzando en Cabrales, lugar elegido por el mayor número de usuarios.
Es muy importante indicar, que en algunos casos, aquellas personas que sufren de vértigo (miedo extremo a las alturas) suelen tener temores y miedos por los precipicios existentes, aunque eel riesgo de caidas es muy bajo.
Desde Arenas de Cabrales hay que ir en coche hasta Poncebos (6 Kms.), lugar donde comienza la ruta. Nada más llegar a Poncebos, a la derecha, hay una central eléctrica (Viesgo), que aprovecha el caudal del río Cares para producir electricidad.
Una vez en Poncebos ya se puede ver un paisaje majestuoso, al lado del río Cares, rodeados de impresionantes montañas, un magnífico preámbulo de todo lo que nos queda por descubrir.
La Ruta del Cares no tiene pérdida. Es un camino único. En total se van a caminar aproximadamente 12 kilómetros en cada sentido, que se llevar entre 3 horas y 4 horas (en cada sentido), a un ritmo tranquilo, con paradas para descansar y poder sacar fotos. La ruta tiene poco desnivel, salvo la primera subida inicial desde Poncebos. Después de esta subida, el recorrido es bastante plano y muy llevadero.
Una vez en Poncebos, y por el margen derecho del río Cares, empezamos a caminar paralélamente al río, por una subida hasta el remonte de los salmones. La subida, la única del recorrido, es de poco más de 2 kilómetros (menos de una hora de recorrido). El camino es irregular, de gravilla y piedras.
Al finalizar la subida, llegamos a los Collaos, punto de más altitud del recorrido (aprox. 500 metros de altitud). En los Collaos hay paneles informativos que hablan de la historia y de la increíble construcción del camino de la “Garganta Divina” entre Poncebos y Caín, hacia la central hidroeléctrica. Una vez en este punto, el camino se hace más cómodo y llevadero, ya que comienza el trayecto en llano.
Siguiendo el recorrido dirección Caín, veremos que cada metro es más espectacular. Se pasará por el caserío de Culiembro (aprox. la mitad del recorrido), así como por los puentes del Bolín y Los Rebecos.
Nuestro recorrido continua hasta llegar a una serie de espectaculares túneles tallados en la montaña, con vistas al río Cares, alguno de ellos con pequeñas cascadas de la lluvia y nieve que hay en las cumbres. Un poco más adelante llegamos a Caín, uno de los pueblos más espectaculares de Picos de Europa. Está completamente rodeado de gigantescas montañas. Caín, curiosamente, está a muy poca altitud, un poco más de 500 metros.
Una vez en Caín, con la satisfacción de haber caminado 12 kilómetros, se suele descansar, hidratarse y quizá, meterse lo que cada uno se atreva en las frías aguas del Cares.
En Caín hay restaurantes y merenderos donde poder comer. Por lo general, y debido a que Caín es bastante pequeño y a la gran cantidad de personas que hacen la Ruta del Cares, en temporadas altas y puentes, es más difícil tener mesa disponible donde poder comer.
Una vez en Caín, si fuera el caso, hay que prepararse para regresar los 12 kilómetros, por el mismo lugar que se hizo la ida del recorrido.
Nosotros les ofrecemos la posibilidad de hacer el regreso de una manera distinta, sin necesidad de hacer el esfuerzo físico de regresar caminando, y a la vez, ofreciendo la opción de descubrir otros encantos que hay en los Picos de Europa, regresando en todoterreno (4×4) por las montañas de la zona.